Una buena opción es dejar la instalación, configuración y puesta en marcha de Moodle en manos expertas. Esto garantiza una sólida base para hacer crecer la herramienta, en cuanto a cantidad de cursos, tráfico y la cantidad de población educativa que albergará inicialmente y a futuro. La utilización informada de módulos (extensiones del software base) así como parámetros internos y a nivel de servidor, el manejo de versiones e incorporación de sistemas de seguridad pueden determinar el funcionamiento óptimo del sistema, en el futuro. Existe, a la vez, la opción de la capacitación a personal técnico especializado de la organización, en la forma de transferencia tecnológica.